Los ecosistemas de Galápagos se recuperan con el aporte de Jocotoco
Juan Pablo Mayorga
La intensificación de nuestras labores se muestra con la ejecución del Programa Galápagos, que mediante convenio de cooperación interinstitucional con la Dirección del Parque Nacional Galápagos, brindamos apoyo técnico, logístico y planificado para las diferentes actividades relacionadas con los proyectos de conservación y restauración en las islas. Por el momento gestionamos cuatro proyectos: la ampliación del mar protegido de las islas -ahora Reserva Marina Hermandad-, la restauración ecológica de la isla Floreana, la protección de la iguana rosada y la gestión de nuestra reserva Galápagos en la isla San Cristóbal.
Cada proyecto ha sido coordinado y planificado con la Dirección del Parque Nacional Galápagos y responde a una necesidad local. Por ejemplo, la ampliación de la reserva marina de Galápagos nació del pedido de los isleños; se encuentra en fase de consolidación y busca proteger hábitats clave para las especies marinas, tanto silvestres como comerciales, en la cordillera submarina de Cocos.
Nuestra principal labor en Jocotoco es la conservación de especies endémicas en peligro de extinción y sus ecosistemas. Así nació nuestra reserva Galápagos en la isla San Cristóbal con el propósito de proteger y restaurar ecológicamente los sitios de anidación del petrel de Galápagos, ave endémica de las Islas Galápagos catalogada en peligro crítico de extinción por el declive constante de su población desde hace más de 60 años. Adicionalmente, dentro de las más de 100 hectáreas de la reserva protegemos varias fuentes de agua, un recurso natural escaso en Galápagos.
También actuamos por dejar un legado y motivar para que gente de todo el mundo ejecute acciones concretas de conservación y el primer paso es conocer los ecosistemas y sus especies. Una de las especies más amenazadas en Galápagos es la iguana rosada, única en el mundo que vive solamente en un área del volcán Wolf y que tiene una población total aproximada de 250 iguanas adultas, lo cual indica su alto nivel de vulnerabilidad.
Uno de nuestros mayores retos es la restauración ecológica de la isla Floreana, que aportará al desarrollo local al recuperar ecosistemas valiosos mediante la erradicación en la isla de especies introducidas e invasoras de flora y fauna en equilibrio y armonía con los isleños. En ese proyecto colaboramos con nuestros socios Re:wild y Island Conservation.
¡En equipo con la comunidad local y la autoridad ambiental nacional, convertiremos a Floreana en la isla habitada más grande en el mundo en haber logrado restablecer su hábitat original tras la intervención humana!
Trabajamos por el desarrollo sostenible del Primer Patrimonio Natural de la Humanidad, tal como lo hemos venido realizando en el Ecuador continental desde 1998, conservando y protegiendo las áreas que comprenden nuestras 16 reservas ecológicas.
